"El espíritu humano debe prevalecer sobre la tecnología" - Albert Einstein.Pongamos la tecnología a nuestro servicio, las mejores herramientas para analizar la información de la manera más rápida, eficaz y fiable. Ese es el objetivo cuando queremos monitorizar las redes sociales, hacerlo de la mejor manera y en el menor tiempo posible.
Pero la tecnología por si sola no es suficiente, hay que aportarle estrategia, corazón y algo de color a la ahora de interpretar los datos.
El analista, nuestro querido analista, será quién se siente frente a la información, respire hondo y comience a tomar decisiones:
1 - Determinar qué información es importante y cuál no.
Detecta qué nos aporta más valor, los insights que dan con la clave, aquella información escondida que nos puede dar las pistas de una tendencia, un patrón, un cruce interesante de datos. Descubrir tesoros ocultos bajo la maraña de datos del social media.
Por ejemplo, si se analiza la Marca España en Twitter, ¿interesa clasificar todos los tweets que hablan sobre embajadas? ¿O sólo interesa analizar cuando hablen de diferentes partidos políticos? ¿Y si se realiza algún cruce entre corrupción y política aportará insights sobre asociaciones negativas al país?
También puede pasar al revés, elimina la información que distorsiona el análisis. Si por ejemplo hay un twittero que es el que más ha escrito sobre una marca, pero resulta que el analista considera que es spam y no aporta ninguna información de valor se filtraría y eliminaría del análisis.
2 - Poner la información en contexto.
¿Por qué un determinado KPI es mejor que otro? ¿Qué nos está aportando? ¿Qué gráfico es interesante para este tipo de información?
Imaginemos, si se está midiendo la efectividad de una campaña, quizás sea más interesante medir el engagement que se ha generado o cuánto se ha hablado de esta campaña. Pero por sí sólo probablemente no nos diga nada. El analista es capaz de ponerlo en situación, compararlo frente a campañas anteriores o la competencia y juzgar si ha funcionado o no.
3 - Decidiendo del Sentimiento.
Si se quiere analizar el sentimiento, sigue siendo necesario que haya una persona detrás que lo determine, clasifique y juzque la información. ¿Una máquina es capaz de decidir que es "bueno" o "malo" para mi marca?
Por ejemplo, si están diciendo que mis productos tienen un toque femenino que gusta en la red, ¿esto es bueno para mi marca? ¿Va en línea con su posicionamiento?
La subjetividad al final no es un problema, siempre y cuando siempre se sigan los mismos pasos, reglas y metodologías para que sea comparable. Aquí además es fundamental que el analista comprenda las peculiaridades de la empresa o marca a analizar y del sector.
4 - Presentar los resultados de manera vistosa y sencilla.
Teniendo en cuenta quién será el interlocutor, y cuidando del diseño, el analista le aporta color y gracia a los datos. Todo ello siempre bajo una visión estratégica que sirva para darle utilidad, sentido y valor al informe.
Y esto es lo que buscamos precisamente desde Twittiment, ayudaros a vosotros, analistas, en el tratamiento de la información. Queremos que saquéis partido a nuestra tecnología para comprender los millones de datos que se mueven en las redes sociales, categorizarlos, y además, enseñarlos son mucho arte y visión de negocio ;)
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